LAS CREENCIAS (FILOSOFÍA DEL VIVIR II)
“Tanto si piensas que puedes como si piensas
que no puedes, estás en lo cierto”
¾Henry Ford¾
¡Yo creo que
lo voy a lograr! ¡Si me alimento con «aquello», voy a tener el resultado que
deseo! ¡Nadie podría negar la existencia de…! ¡Siempre me salen las cosas como
quiero! ¡Tú deberías de comportarte…! Te suenan comunes estás expresiones
lingüísticas, pues en cada una de ellas, están vinculadas, de alguna manera, lo
que se conoce como CREENCIAS.
Pero ¿Qué es
una creencia?
Una creencia es
una afirmación personal que consideramos
verdadera. Es decir, son generalizaciones subjetivas que se forman a partir
de las experiencias.
Para
parafrasear lo anteriormente dicho, decimos que: «Las creencias se constituyen
a partir de un hecho, ya sean vivencias, informaciones, insistencias, rutinas,
etc.; lo que emana de ese hecho es una experiencia subjetiva registrada en el
sujeto (...) De ahí surge una generalización, en unos casos desde el primer
impacto, y en otras tras varias repeticiones, y esa puede quedar clasificada
como positiva para el individuo o negativa, dando lugares a las creencias potenciadoras y a las creencias limitantes (…)»[1]
Estas creencias
sean potenciadoras, o limitantes, «(…) orientan lo que va a pasar (o suceder) y
son el filtro condicionante para que eso ocurra así»[2],
Y más aún cuando creemos en algo porque lo experimentamos en nosotros, (o vemos reflejada aquella
visión subjetiva de aquellas experiencias en otros objetos), procedemos a realizar de
alguna manera acciones de proselitismo (en
algunas ocasiones directas y muchas otras indirectamente). Y como nos dice Steven Hasan:
«nada afirma tan rápidamente las creencias como intentar convencer a otros para
que las acepten. Buscar nuevos adeptos cristaliza la identidad construida»[3]
Sin embargo,
regresando a lo que son las creencias potenciadoras y limitantes ¿Qué se
consideran estas? Las creencias potenciadoras son nuestra energía interna
impulsadora que nos permite autorealizarnos y poder llevar a buen término lo
que deseamos, por ende incrementa nuestra felicidad, basado que aquellos deseos,
y realización de los mismos, tiene como base fundamental el respeto a uno mismo
y a los demás; por otra, parte las creencias limitantes son aquellas que frenan
los deseos, impidiendo la realización de los mismos. Entonces llegado a este
punto podemos preguntarnos:
¿Cómo podemos conocer nuestras creencias, sean
estas potenciadoras o limitantes?
Para responder
a esta pregunta es importante que sepamos que todas las «(…) creencias se ven
reflejadas en cientos de acciones cotidianas y habituales. Y, a su vez, debido
a la interpretación que hacemos de ella, refuerzan nuestras creencias (…)[4]
Es por ello, que gran parte de nuestras acciones encajan en un marco de
creencias. Entonces, una de las maneras de identificar nuestras creencias (sean de relación causal, relación de equivalencia o relación sobre los límites),
es mediante el autoanálisis de nuestras acciones, manifestadas habitualmente en
expresiones corporales y lingüísticas. Identificadas estas ¿Es posible cambiar las
creencias limitantes por creencias potenciadoras? Y también ¿Es posible
potenciar, aún más, las creencias potenciadoras?
¡Sin lugar a
duda! Sin embargo, en un inicio el objeto que se le quiera guiar a cambiar una
creencia, o, que el objeto mismo desee cambiarla; tendrá una respuesta natural
de defender lo que cree. Implementando en aquella defensa, todos los mecanismos
mentales con los que cuenta para ocultar su creencia (cortina de humo, señuelo de colores, peces propios en la pecera del vecino y masa crítica).
Esto, en parte, es debido a que «(…) El modo cómo el material que llevamos
dentro de nuestras cabezas a menudo crea un comité de selección para todo lo
que dejamos entrar en ellas»[5].
«E (…) Intentamos, la mayor parte del tiempo sin siquiera darnos cuenta,
confirmar lo que ya sabemos»[6]
Sin embargo, es posible modificar las creencias, ya que se ha demostrado, que es
posible si estas son remplazadas. Por ello «Un cambio de creencias sólo es
factible en la medida en que el sujeto tome consciencia de que necesita otra
creencia más acorde o conveniente, y entonces siendo sustituida podrá
modificarse»[7]
Sin embargo,
en algunas situaciones, cuando se labora en cambios de creencias algunas
personas pueden mostrar ciertas limitaciones
que coartan y/o frenan, en cierto sentido, el cambio o modificación de creencia
limitante a potenciadora.
Otras de las
manifestaciones que podrían surgir en las personas que quieran realizar un
cambio de creencias limitantes a potenciadoras, son las denominadas interferencias, que son aquellas defensas
subconscientes vinculadas a las creencias limitantes, que por algún motivo, la
persona se siente, de cierta manera, beneficiada al poseer aquella creencia.
Tal como hemos leído en los párrafos
anteriores, para realizar un cambio de creencias es necesario, por así decirlo,
superar cada barrera que ubica la persona mientras se avanza hacia el cambio
(sean mecanismos de ocultación de creencias, limitaciones o interferencias), superadas aquellas, se procede a realizar una
proyección hacia la creencia deseada (puente hacia el futuro), considerando los
recursos y capacidades con que cuenta la persona, planificando lo necesario
para que se lleve a buen término.
Con lo
expuesto hasta aquí, si se desea realizar un cambio de creencias (sea a nivel de
conducta, criterios, personalidad,…, identidad) o alguna creencia limitadora, es
necesario tener en cuenta los siguientes
pasos:
·
Saber cómo realizar el cambio.
·
Querer el cambio de forma congruente.
·
Implantarse la creencia de que es posible realizar el cambio.
·
Perseverar y ser paciente hasta que se realice
el cambio.
Para
finalizar, cuando nosotros contamos con creencias adecuadas (potenciadoras) enviamos
mensajes a nuestra mente y ella da la
motivación para ponernos en manifiesto en la Naturaleza y hacer de la Vida un
paseo grandioso, disfrutando con armonía todo lo que podamos percibir de Ella.
Espero te haya
gustado la segunda parte del artículo “La Filosofía del Vivir”, y te invitamos
a ser partícipe en su tercera entrega que tratará sobre la Autoestima.
Ahora te
dejamos con un cuento muy corto y didáctico que resume lo escrito sobre las
creencias y cuál es el poder de aquellas creencias en nosotros. ¡Qué lo
disfrutes!
[1] Carrión
López, Salvador A.: Curso de Máster en PNL. Técnicas avanzadas de programación
neurolingüística, 4.a ed., Barcelona,
Ediciones Obelisco, 2010., pág. 383.
[2] Ibíd., pág.
385.
[3] Hassan,
Steven. Técnicas de control mental de las sectas y cómo combatirlas. Urano.
1995.
[4] Alder,
Harry. Programación Neurolingüística. La nueva ciencia de la excelencia
personal. Edaf., pág. 112.
[5] Dutton
Kevin, Op. Cit., pág. 213.
[6] Ibid., pág.
213.
[7] Carrión
López, Salvador A., Op. Cit., pág. 221.
BIBLIOGRAFÍA:
Carvajelino, Linda; Montaniel, Donaira; Vargas, Natalia (2013). Aplicación de técnicas de PNL, Programación Neurolenguistica en Adolescentes para identificar y cambiar creencia. Diseño y logros de objetivos alcanzables. (). Universidad de Zulia, Maracaibo.
Dutton Kevin. Flipnosis. El arte de la persuasión en fracción de segundos. Barcelona, RBA Libros S.A., 2011.
Carrión López, Salvador A.: Curso de Máster en PNL. Técnicas avanzadas de programación neurolingüística, 4.a ed., Barcelona, Ediciones Obelisco, 2010.
Shantal Selva. La programación Neurolingüística aplicada a la negociación. Conocimiento al problema. Barcelona, Edición Juan Granica S. A., 1998.
Dilts, Robert. Cómo cambiar creencias con la PNL. 3ª Edición. Sirio. 1997.
Hassan, Steven. Técnicas de control mental de las sectas y cómo combatirlas. Urano. 1995.
Dilts, Robert; Hallbom, Tim; Smith, Suzi. Programación Neurolingüística. Identificación y cambio de creencias. Un camino hacia la salud y el bienestar. Urano.
Alder, Harry. Programación Neurolingüística. La nueva ciencia de la excelencia personal. Edaf.
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Autores del artículo:
Jean Macias Resabala & Manuel Macias Resabala